La menestra es una de esas recetas que nos recuerdan que comer bien no tiene por qué ser complicado. Solo necesitas una olla y un puñado de verduras: frescas, congeladas o de las que se van quedando tristes en la nevera. Aquí te dejamos una forma sencilla y muy sabrosa de preparar una menestra clásica, perfecta para esos días en que quieres comer casero sin complicarte demasiado. Incluimos cantidades de cada verdura pero lo puedes adaptar a lo que tengas para aprovechar lo que tengas, en este caso además utilizamos jamón pero lo puedes sustituir por restos de pollo, un huevo o dejar solo las verduras.
Esta receta es ideal para dar salida a todas esas verduras que se van quedando olvidadas en la nevera o el congelador. Puedes adaptar los ingredientes según la temporada o lo que tengas en casa, sin miedo a mezclar: acelgas, habas, espárragos, judías verdes… todo cabe. Si usas verduras congeladas, cocinarlas directamente sin descongelar nos ahorrará tiempo y energía. Y si tienes caldo de otras preparaciones (cocer legumbres, cocido, etc.), ¡aprovéchalo! Le dará aún más sabor. Cocinar a fuego medio y en olla tapada también te ayudará a consumir menos energía y conservar mejor los nutrientes.
Lavar y trocear todas las verduras si son frescas, si usas congeladas no será necesario.
Poner agua a hervir con un poco de sal y cocer primero las verduras más duras: las zanahorias, la coliflor, las coles de Bruselas y las alcachofas.
Pasados unos 8 o 10 minutos, añadir los guisantes y continuar la cocción unos 5 minutos más, hasta que todo esté tierno pero no deshecho. Escurrir las verduras y reservar.
Mientras tanto, pelar los ajos y dorar en una sartén con un chorro de aceite de oliva junto con el calabacín, los champiñones y los taquitos de jamón.
Cuando estén dorados, saltear las verduras cocidas durante unos minutos para que tomen sabor junto con el pimentón.
Probar de sal, y si quieres, añadir un poco del caldo de cocción para que quede jugosa.
Servir caliente, sola o como guarnición.
Lavar y trocear todas las verduras si son frescas, si usas congeladas no será necesario.
Poner agua a hervir con un poco de sal y cocer primero las verduras más duras: las zanahorias, la coliflor, las coles de Bruselas y las alcachofas.
Pasados unos 8 o 10 minutos, añadir los guisantes y continuar la cocción unos 5 minutos más, hasta que todo esté tierno pero no deshecho. Escurrir las verduras y reservar.
Mientras tanto, pelar los ajos y dorar en una sartén con un chorro de aceite de oliva junto con el calabacín, los champiñones y los taquitos de jamón.
Cuando estén dorados, saltear las verduras cocidas durante unos minutos para que tomen sabor junto con el pimentón.
Probar de sal, y si quieres, añadir un poco del caldo de cocción para que quede jugosa.
Servir caliente, sola o como guarnición.
Esta receta es ideal para dar salida a todas esas verduras que se van quedando olvidadas en la nevera o el congelador. Puedes adaptar los ingredientes según la temporada o lo que tengas en casa, sin miedo a mezclar: acelgas, habas, espárragos, judías verdes… todo cabe. Si usas verduras congeladas, cocinarlas directamente sin descongelar nos ahorrará tiempo y energía. Y si tienes caldo de otras preparaciones (cocer legumbres, cocido, etc.), ¡aprovéchalo! Le dará aún más sabor. Cocinar a fuego medio y en olla tapada también te ayudará a consumir menos energía y conservar mejor los nutrientes.