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Las migas son un plato tradicional de la cultura española, originario de las regiones donde se practicaba la trashumancia, o el pastoreo entre provincias, encontramos muchas versiones diferentes. Este plato surgió como una comida de aprovechamiento, elaborada con pan sobrante y otros ingredientes básicos para alimentar a los pastores durante sus largos viajes con el ganado.
Este plato, que se convirtió en símbolo de la cocina humilde, fue esencial para aliviar el hambre de las clases populares durante épocas difíciles, como las malas cosechas o las guerras. Hoy en día, las migas son populares en toda España, especialmente en reuniones o fiestas familiares, donde se disfrutan en diversas versiones adaptadas a los alimentos disponibles en cada región. En este caso compartimos la versión que se prepara en nuestra casa.
Las migas son uno de los platos estrella de la cocina de aprovechamiento, ya que su base es el pan sobrante así transforma lo que normalmente se desecharía en un delicioso plato evitando el desperdicio de alimentos. Como pasa con los platos tradicionales, están perfectamente adaptadas a los productos de temporada que encontramos en diferentes regiones, así algunas recetas utilizan patata, otros granada o incluso mandarina. Te invitamos a preguntar a tus mayores por la receta de migas que ellos recuerdan de su infancia y ponerla en práctica.
En el caso de que usemos pan duro, con un cuchillo de sierra cortar rebanadas finitas de pan para que se vaya rompiendo solo en cachos pequeños, también se podría cortar en cuadraditos pequeños.
Disolver 1 cucharadita de sal en agua para mojar las migas que tenemos en un bol. Remover bien para que se humedezcan todas por igual. Tapar con un paño y dejar reposar durante un mínimo de 2 horas. Si nuestro pan no está duro se puede saltar este paso, remajándolas ligeramente.
Cortar la panceta en trozos pequeños, y si quieres añadir chorizo también se corta en rodajas o trozos pequeños. Chafar un poco los ajos con el cuchillo sin quitarles la piel y cortar el pimiento en tiras o trozos pequeños.
Cocinar el tocino y el chorizo en una sartén grande, con un poco de aceite de oliva hasta que esté bien dorado y suelte su grasa. Si decides usar chorizo, añadir en este momento y freirlo hasta que se dore. Reservar.
Añadir a la sartén los ajos y freírlos hasta que estén dorados, cuidando que no se quemen. Agregar los pimientos y sofreír todo junto durante unos minutos hasta que los pimientos estén tiernos. Reservar.
Añadir el pan desmenuzado o en trozos. Remover bien para que el pan se impregne de los sabores y la grasa. Cocinar a fuego medio, removiendo constantemente para evitar que se quemen y queden doradas.
Espolvorear pimentón y ajustar de sal y pimienta al gusto. Si prefieres con un toque de hierbas, puedes añadir unas ramitas de tomillo en este momento.
Servir las migas calientes acompañadas con el resto de ingredientes y por encima se pueden poner unas uvas o si quieres un huevo frito.
En el caso de que usemos pan duro, con un cuchillo de sierra cortar rebanadas finitas de pan para que se vaya rompiendo solo en cachos pequeños, también se podría cortar en cuadraditos pequeños.
Disolver 1 cucharadita de sal en agua para mojar las migas que tenemos en un bol. Remover bien para que se humedezcan todas por igual. Tapar con un paño y dejar reposar durante un mínimo de 2 horas. Si nuestro pan no está duro se puede saltar este paso, remajándolas ligeramente.
Cortar la panceta en trozos pequeños, y si quieres añadir chorizo también se corta en rodajas o trozos pequeños. Chafar un poco los ajos con el cuchillo sin quitarles la piel y cortar el pimiento en tiras o trozos pequeños.
Cocinar el tocino y el chorizo en una sartén grande, con un poco de aceite de oliva hasta que esté bien dorado y suelte su grasa. Si decides usar chorizo, añadir en este momento y freirlo hasta que se dore. Reservar.
Añadir a la sartén los ajos y freírlos hasta que estén dorados, cuidando que no se quemen. Agregar los pimientos y sofreír todo junto durante unos minutos hasta que los pimientos estén tiernos. Reservar.
Añadir el pan desmenuzado o en trozos. Remover bien para que el pan se impregne de los sabores y la grasa. Cocinar a fuego medio, removiendo constantemente para evitar que se quemen y queden doradas.
Espolvorear pimentón y ajustar de sal y pimienta al gusto. Si prefieres con un toque de hierbas, puedes añadir unas ramitas de tomillo en este momento.
Servir las migas calientes acompañadas con el resto de ingredientes y por encima se pueden poner unas uvas o si quieres un huevo frito.
Las migas son uno de los platos estrella de la cocina de aprovechamiento, ya que su base es el pan sobrante así transforma lo que normalmente se desecharía en un delicioso plato evitando el desperdicio de alimentos. Como pasa con los platos tradicionales, están perfectamente adaptadas a los productos de temporada que encontramos en diferentes regiones, así algunas recetas utilizan patata, otros granada o incluso mandarina. Te invitamos a preguntar a tus mayores por la receta de migas que ellos recuerdan de su infancia y ponerla en práctica.