La sopa de ajo es una de las grandes recetas de aprovechamiento de la gastronomía española, la clave es su sencillez y el uso de un buen caldo. Cada familia tiene su propia receta para preparar esta sopa, cada una la hace a su manera y todas están ricas, pero os animamos a probar la sopa de ajo enviada por Ainara Monsalve Massana, Iker Monsalve Massana y Emiliano Monsalve Soguero, ganadora de la categoría grupal del III Concurso Intergeneracional el Reto de la Cocina Sostenible del Aprovechamiento.
Esta receta nos permite aprovechar dos ingredientes: el pan duro y el caldo de cocer verduras. Además utilizamos una conserva casera que solía ser habitual en las alacenas: la salsa de tomate o el tomate triturado. La temporada de tomates en realidad no es muy larga pero es un cultivo muy productivo, por lo que aprovechar cuando se encuentran en temporada para hacer estas conservas nos permite reducir el desperdicio y poder consumirlos a lo largo del año.
Picar los dientes de ajo y freír con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Cuando ya esté dorado, añadir la cebolla cortada en cuadrados pequeños. Para freírlo todo, poner la tapa de la cazuela, lo que nos permitirá concentrar el calor y poder bajar la intensidad del fuego. Así ahorraremos energía.
Para darle sabor, añadir 2 cucharadas de tomate de la abuela, sal y pimentón al gusto. El tomate de la abuela es tomate embotado en casa, lo que nos permite usar tomates fuera de temporada.
Cortar el pan duro de hace un par de días y mezclar con el sofrito.
Añadir a la cazuela a fuego medio, el caldo que nos ha sobrado de cocer las verduras y remover todos los ingredientes.
Para darle otra textura, batir los huevos y agregarlos a la sopa, mientras se revuelve la cazuela.
Para finalizar incorporar una ramita de perejil. Esta es una planta que podemos tener fácilmente en casa y nos permite dar un toque especial a nuestros platos.
Picar los dientes de ajo y freír con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Cuando ya esté dorado, añadir la cebolla cortada en cuadrados pequeños. Para freírlo todo, poner la tapa de la cazuela, lo que nos permitirá concentrar el calor y poder bajar la intensidad del fuego. Así ahorraremos energía.
Para darle sabor, añadir 2 cucharadas de tomate de la abuela, sal y pimentón al gusto. El tomate de la abuela es tomate embotado en casa, lo que nos permite usar tomates fuera de temporada.
Cortar el pan duro de hace un par de días y mezclar con el sofrito.
Añadir a la cazuela a fuego medio, el caldo que nos ha sobrado de cocer las verduras y remover todos los ingredientes.
Para darle otra textura, batir los huevos y agregarlos a la sopa, mientras se revuelve la cazuela.
Para finalizar incorporar una ramita de perejil. Esta es una planta que podemos tener fácilmente en casa y nos permite dar un toque especial a nuestros platos.
Esta receta nos permite aprovechar dos ingredientes: el pan duro y el caldo de cocer verduras. Además utilizamos una conserva casera que solía ser habitual en las alacenas: la salsa de tomate o el tomate triturado. La temporada de tomates en realidad no es muy larga pero es un cultivo muy productivo, por lo que aprovechar cuando se encuentran en temporada para hacer estas conservas nos permite reducir el desperdicio y poder consumirlos a lo largo del año.